Sus amigos, colegas y vecinos se negaron a decirle adiós. Por eso con insistencia gritaron “¡Luis Días vive!” en el homenaje que le rindieron sobre un escenario en la calle Beller, frente a la casa en la que residió durante sus últimos años de vida.
En ésta, las verjas de la entrada tenía grabado en letras de metal “El Terror”, para que fuera inconfundible su residencia.
Todos prefirieron pensar que el fenecido artista partía en una gira. Y en lugar de recordatorios distribuyeron volantes en los que se anunciaba una gira del cantautor denominada “De la tierra al cielo”, en la que estaría presentando un concierto eterno.
Las lágrimas se mezclaron con los cantos y la algarabía de los tambores.
Fragmentos de “Marola”, “Canta en la calle”, “El guardian del arsenal”, entre otras composiciones del “padre del rock dominicano” se corearon en la concurrida calle de Ciudad Nueva.
Sobre el escenario Kaki Vargas, Manuel Jímenez, Xiomara Fortuna, Patricia Pereyra, Roldán, Pavel Núñez y Tony Almonte fueron turnándose el micrófono para improvisar e interpretar sus temas.
“¡Vamos a cantar hasta que suba al cielo!” fueron las palabras de Kaki Vargas, quien manifesto en el evento sentirse eternamente agradecido del compositor.
“Esto es en nombre de los merengueros que éramos pobres y gracias a la pluma de Luis Días salimos de la indigencia, como lo hizo conmigo y el tema “Los mosquitos puyan,” agregó.
Sonia Silvestre, Víctor Víctor, Milagros Ortiz, entre otras personalidades que también estuvieron presentes en la actividad, sin embargo estos permanecieron como espectadores.
El féretro de Días hizo su penúltima parada en la sala de la que fue su residencia, la cual resultó extremadamente pequeña para la gran cantidad de personas que luchaba por entrar a verlo por última vez. A las 4 de la tarde el ataud partió a su morada final seguida por música y decenas de seguidores que quisieron acompañarlo hasta el cementerio Cristo Redentor.
El recorrido final
El cantautor fue homenajeado por decenas de personas, que iniciaron en la mañana de ayer un recorrido por lugares donde había dejado su huella como artista y ser humano, tras la celebración de una misa de cuerpo presente presidida por el padre Rogelio Cruz en la Funeraria Blandino de la Lincoln.
La primera parada fue en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde el rector de la academia, Franklin García Fermín, y un grupo de personas esperaba la llegada del cortejo fúnebre, con atabales en honor al también investigador del folklore dominicano, por quien luego entonaron las notas del Himno Nacional. El cortejo fúnebre, que también incluyó una parada en la Sociedad de Autores y Compositores, y Casa de Teatro y un concierto de despedida en la casa de Luis Días en la calle Beller número 7 en Ciudad Nueva.
Los restos de Días fueron sepultados ayer en la tarde en el cementerio Cristo Redentor.
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