La organización Paz Cristina deplora que se permita el Ronconcierto en un monumento a la evangelización
El coordinador de la organización ecuménica Paz Cristiana, Rafael Guillén Beltré, rechazó este miércoles la celebración del denominado “Roncierto”en el Faro a Colón, una actividad “artística” organizada para celebrar la llegada del Año Nuevo.
Llamó a las autoridades del Gobierno a velar por el buen uso de los espacios públicos “en una sociedad plural, donde la diversidad (de criterios y creencias) predomina”.
La actividad es organizada por una casa licorera del país.
Se preguntó ¿cómo es posible que las autoridades permitan celebrar un Ronconcierto “en el momumento a la evangelización de América”?.
“Quienes organizan con todos sus derechos esa actividad deben primero investigar el valor de los espacios públicos. No todos los espacios pueden ser utilizados para realizar cierto tipo de actividades”, precisó el dirigente religioso.
Consideró que el pueblo dominicano, que tiene una profunda fe en el Todopoderoso, “no puede permitir que se den estas situaciones en lugares que están reservados para elevar el carácter divino que simboliza este nomumento denominado Faro a Colón”.
Indicó que el Faro a Colón, “más que un homenaje al almirante es un homenaje a la evangelización del Nuevo Mundo, a la llegada del mensaje de Cristo a estas tierras”.
Guillén Beltré reconoció que los españoles cometieron todo tipo de vejámenes y crímenes contra la población aborigen.
No obstante, destacó el papel que jugaron los primeros misioneros que llegaron al Nuevo Mundo portando el mensaje de Cristo, en defensa de los aborígenes quisqueyanos.
Dijo que esos misioneros de la barbarie acontecida en esta isla que de paradisíaca pasó a convertirse en altar de sacrificio de nuestros puros y santos indígenas”.
Guillén Beltré pidió a los dominicanos que no pierdan su identidad y que se atrevan a mantener la alegría “sin mancillar lo sagrado que nos identifica”.
“Defendamos lo que somos diciéndole no a cualquier posibilidad de enajenación de los lugares sagrados, que representan misterio que da vida, mística que alienta a una nación a elevar la cruz de Cristo por encima de la barbarie que representó para los pobladores de la isla de Quisqueya la llegada de los españoles”.
Definió el Faro a Colón como la cruz más grande que posee el mundo civilizado y una evidente señal de que “el destino del pueblo dominicano está sellado por la luz eterna del humilde carpintero que, abriendo los brazos redentores, proclamó para siempre el futuro basado en el amor y Justicia”.
En ese sentido, pidió a los organizadores del Ronconcierto que busquen otro lugar para celebrar esa actividad.
“No mancillen lo único luminoso que emergió de la conquista, la única fuerza que hizo posible el surgimiento de una civilización en nuestras tierras, la fe que desafió a la corona imperial y que inevitablemente asumió la ruta cimera para la construcción de un nuevo mundo”, precisó el religioso.













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